Los salones de estilo moderno se caracterizan por su estética minimalista, líneas limpias y una paleta de colores neutros que evocan simplicidad y sofisticación.
Este estilo pone énfasis en la funcionalidad y la eliminación de elementos innecesarios, optando por muebles con formas geométricas y materiales como metal, vidrio y madera pulida.
La iluminación juega un papel crucial, con lámparas de diseño y focos estratégicamente colocados que realzan la atmósfera y destacan obras de arte o puntos específicos de interés.
En un salón moderno, los textiles suelen ser de colores sólidos y texturas simples, complementando el esquema de colores monocromáticos o contrastantes.
Los detalles decorativos se mantienen al mínimo para no sobrecargar el espacio, buscando siempre mantener un ambiente despejado y aireado.
Los espacios son abiertos y funcionales, con muebles versátiles que pueden reconfigurarse para diferentes usos. Ideal para aquellos que buscan un espacio tranquilo y ordenado, el salón moderno combina comodidad con un diseño vanguardista, haciendo de cada elemento un punto focal que refleja un estilo de vida contemporáneo y chic.