Un dormitorio infantil para niños entre 7 y 15 años debe adaptarse a sus necesidades cambiantes y ofrecer un espacio tanto para el estudio como para el ocio.
A medida que los niños crecen, su habitación debe reflejar sus intereses personales y proporcionar un entorno que fomente la independencia y la organización.
En esta edad, es crucial contar con un área de estudio bien equipada, que incluya un escritorio espacioso, una silla ergonómica y suficiente iluminación para tareas escolares y lectura. Los estantes y organizadores son esenciales para mantener los materiales escolares y libros ordenados.
La decoración puede ser más sofisticada, con paletas de colores que pueden ser personalizadas según los gustos del niño y posters o murales que expresen sus aficiones, como música, deportes o arte. La cama debe ser cómoda, con ropa de cama que pueda cambiar fácilmente según las preferencias del niño a medida que crece.
Es importante también designar áreas para el entretenimiento y el descanso, posiblemente con un rincón de lectura cómodo o espacio para videojuegos y otras actividades recreativas. Esta flexibilidad asegura que el dormitorio sea un lugar donde los niños puedan sentirse cómodos para estudiar, jugar y descansar, apoyando su desarrollo en una etapa crítica de crecimiento.