Nuestro objetivo aquí de la mano de la propietaria Elena fue rediseñar su vivienda para maximizar el espacio, modernizar el diseño y crear un ambiente acogedor, manteniendo una estética de estilo nórdico.
La vivienda original tenía una disposición limitada y menos funcional, con el salón ubicado en un espacio que no aprovechaba la entrada de luz ni generaba sensación de amplitud.
Además, el pasillo contenía elementos estructurales que ocupaban espacio sin un uso eficiente.
Por último, la cocina y los electrodomésticos destacaban visualmente, rompiendo con la estética limpia y organizada que deseábamos.
Estas son las distintas actuaciones que realizamos en la vivienda:
- Se demolió la antigua vivienda y se reubicó el salón, permitiendo un espacio abierto al entrar, lo que aporta amplitud y facilita el acceso a la cocina desde el mismo lugar.
- La vivienda fue reorganizada en dos dormitorios y dos cuartos de baño, con cocina y salón independientes. Se aprovechó un pilar del pasillo para construir un armario empotrado, maximizando el uso del espacio, y se lacaron las puertas para que armonizaran con el resto de la carpintería.
- Se utilizó una paleta de tonos neutros en las paredes y acabados lacados, combinados con la calidez del roble, ideal para suelo y mobiliario por su versatilidad.
- El dormitorio principal fue diseñado en suite, con un vestidor que conduce al baño, manteniendo la coherencia en el diseño de los armarios.
- La cocina fue diseñada para ser amplia y luminosa, con acabados de madera combinados con lacado blanco y encimera de Silestone. Los electrodomésticos fueron integrados para mantener una estética limpia y evitar el ruido visual. Se incluyó un mueble de persiana para ocultar pequeños electrodomésticos y una campana que queda oculta entre los armarios.
- El estilo nórdico se reflejó en la elección de una paleta de colores claros y neutros, creando un ambiente de calma y armonía en toda la vivienda.
